La Banda Gástrica es un procedimiento quirúrgico realizado por laparoscopia bajo anestesia general. El procedimiento consiste en colocar una banda ajustable de silicona alrededor de la parte superior del estómago, creando así una nueva y pequeña bolsa estomacal superior que limita la cantidad de alimentos que pueden ingerirse de una vez. Por otra parte, la salida estrechada del estómago aumenta el tiempo necesario para su vaciamiento, originando la deseada pérdida de peso.
La intervención consiste en, a través de unas mínimas incisiones, introducir el instrumental quirúrgico necesario para fijar la banda a modo de anillo alrededor de la parte superior del estómago. Posteriormente, se implanta un puerto de acceso bajo la piel que se conecta a su vez a la banda mediante un tubo de silicona. Este dispositivo permitirá llevar a cabo los ajustes adecuados según las necesidades de cada paciente.
¿Cuándo empieza la pérdida de peso?
La banda gástrica comienza a hacer efecto realmente cuando se ensancha lo suficiente como para causar una restricción alrededor del estómago. El sistema se expande con “llenados de banda” o ajustes periódicos a lo largo del tratamiento, siempre a partir de las cuatro o seis semanas desde la intervención. Tales “llenados” se realizan introduciendo una aguja fina en el puerto de acceso para inyectar una solución salina en la banda gástrica. De esta manera, la cámara interna de la banda se ensancha, permitiendo tensarla eficazmente.
La banda se irá ajustando poco a poco a lo largo de unos cuantos meses hasta que llegue el momento en el cual se haya alcanzado un nivel de restricción óptimo.
¿Para quién está recomendado?
Este procedimiento es aconsejable para pacientes con un Índice de Masa Corporal (IMC) de 40 o cuyo peso ascienda como mínimo al doble de su peso ideal. Así mismo, es un tratamiento indicado para pacientes con un IMC superior a 35 que evidencian importantes complicaciones asociadas.
La banda gástrica entraña un menor riesgo de complicaciones en comparación con otras técnicas quirúrgicas más invasivas. Es una ayuda muy eficaz contra la obesidad. No obstante, este dispositivo no asegura por sí solo la pérdida de peso. Es una herramienta que reducirá el apetito y hará que las digestiones sean más lentas, pero la cantidad de peso que pierda el paciente siempre dependerá de su compromiso para cambiar sus hábitos alimenticios y adoptar un estilo de vida saludable.
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