1. Una cantidad mínima de actividad física reduce la mortalidad y prolonga la esperanza de vida
Según un estudio prospectivo de 416.175 personas adultas entre 1996 y 2008, con un seguimiento medio de 8 años, llegaron a la conclusión que 15 min al día o 90 min a la semana ya generaba una menor probabilidad de sufrir riesgos cardiovasculares.
De hecho, el grupo de sujetos que realizó los 15 min al día obtuvo un 14% menos de riesgo de sufrir una muerte por alguna causa. Además, obtuvieron una esperanza de vida de 3 años más de manera adicional. Cada 15 min de ejercicio extra que realizaban a diario, ayudó a bajar un 4% la probabilidad de morir por todas las causas.
2. Viabilidad e impacto de un régimen de ejercicio funcional diario de 1 minuto prescrito a adultos mayores por su médico de atención primaria
En otro estudio, comprobaron la eficacia de 1 min de ejercicio en personas mayores de 60 años (N=24). El protocolo de entrenamiento consistió en 30 segundos realizando flexiones y 30 segundos realizando sentadillas cada día (con 15 segundos de descanso entre medio).
Tras 24 semanas, obtuvieron cambios significativos en el número de flexiones y sentadillas, obteniendo una mejora en su capacidad funcional.
A pesar de la falta de “tiempo” en la que vivimos actualmente, este estudio demuestra cómo intervenciones de tan solo 1 min demuestran ser seguras y eficaces para mejorar la salud y el estado físico.
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